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HISTORIA
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La República Federal de Alemania y la República Dominicana gozan de excelentes relaciones diplomáticas. Este vínculo se fundamenta en el compromiso de ambos países con el Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos, así como los esfuerzos en favor de un orden mundial confiable.
Estos valores comunes e intereses convergentes, en adición al creciente peso económico de la Republica Dominicana en la región, generan un clima ideal para que sigan profundizándose aún más.
Las relaciones diplomáticas modernas entre nuestros países se inician con la firma del tratado de Reconocimiento, Amistad, Comercio, Navegación entre la República Dominicana y la República Federal de Alemania y su Protocolo, 23 de diciembre de 1957. Resolución No. 4846, Gaceta Oficial No. 8213 de fecha 12 de febrero de 1958. Res. No. 4846. G.O. 8213, del 05/02/1958.
Desde entonces las relaciones bilaterales siempre se han caracterizado por el respeto mutuo, sólidas relaciones económicas y cooperación para temas de desarrollo y más recientemente asistencia en programas de energías renovables y medioambientales.
El intercambio comercial ha crecido de manera exponencial en años recientes, para muestra durante el período 2015-2021, fue de US$ 3, 149,4 millones, siendo el 77.3% correspondientes a importaciones de bienes y el restante 22.7% a las exportaciones.
Alemania, representa la cuarta economía del mundo y es uno de los mercados más importantes para República Dominicana en cuanto a productos orgánicos se refiere; encontrándose entre estos productos el banano, cacao y café. Las principales exportaciones de Alemania hacia la República Dominicana son vehículos de motor, maquinarias industriales y productos químicos.
República Dominicana acoge alrededor de 200.000 turistas alemanes al año, convirtiéndose en el principal destino turístico de América Latina y el Caribe para este mercado.
En el país viven alrededor de 7.000 alemanes y aproximadamente 8.000 dominicanos habitan en el territorio Alemán. En 2001 fue inaugurado el Centro Domínico Alemán con sede en la ciudad de Santo Domingo cuya misión primordial es fomentar y promover las relaciones culturales entre ambos países.
La cooperación alemana para el desarrollo se materializa en forma de proyectos regionales y se centra en el uso sostenible de los recursos naturales, la protección de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. Alemania contribuye con más del 20 por ciento de la asistencia para el desarrollo proporcionada por la Unión Europea, que es el mayor donante de la República Dominicana.
En las últimas décadas, el interés por parte del pueblo dominicano hacia la cultura y la lengua alemana, así como el deseo de continuar aportando a la diversificación en términos de intercambio comercial transformados en proyectos de inversión y exportación desde un país al otro, van en un claro aumento.
Desde la Embajada de la República Dominicana en Alemania continuaremos ejecutando los lineamientos de la política exterior dominicana para seguir fortaleciendo nuestras relaciones naturales con esta gran nación.
Sede de la Embajada
La Embajada de la República Dominicana en Berlín fue trasladada formalmente a la ciudad de Berlín en el año 2003 desde la ciudad de Bonn, luego de la reunificación de Alemania. Originalmente estuvo ubicada cerca de Potsdamer Platz y posteriormente permaneció algunos años localizada en la zona de Wilmersdorf. Fruto del relanzamiento de las relaciones diplomáticas entre nuestros países y la necesidad de tener un espacio moderno y funcional la Embajada se encuentra oficialmente localizada en la calle Knesebeckstraße 61-A en el histórico distrito de Charlottenburg a pocos metros de la avenida más importante de la ciudad, Kurfürstendamm.
Hay calles en el mundo en las que la historia se puede sentir a cada paso, y una de ellas es la avenida berlinesa Kurfürstendamm, uno de los bulevares históricamente más relevantes de la ciudad de Berlín, y, tal vez, de toda Alemania.
La avenida Kudamm se construyó en el siglo XVI como malecón para los príncipes electores (Kurfürsten), que elegían a los emperadores alemanes, a fin de que éstos pudieran cabalgar velozmente desde el palacio en el distrito de Berlín-Mitte, el principal de la ciudad, hasta su castillo de caza en Grünewald, al oeste de Berlín. No fue sino hasta el año 1875 que el fundador del Reich alemán, Otto von Bismarck, ordenó convertir la polvorienta ruta en un amplio y distinguido bulevar.
Más tarde, y a paso acelerado, el Kudamm se transformó en una pasarela de los descubrimientos científicos de la época. En 1882 pasó por allí el primer trolebús del mundo. Cuatro años después, Carl Benz patentó el primer carro a motor marcando así el nacimiento del automóvil, el medio de locomoción favorito de la población más pudiente de Berlín. El 5 de mayo de 1886 se inauguró la primera línea de tranvías alemanes, fecha en la que también se conmemora en los anales de la ciudad el nacimiento de la avenida Kurfürstendamm, a pesar de que el barrio en el que se encuentra no pertenecía entonces a Berlín sino a la ciudad Charlottenburg, que pasó a formar parte de la capital alemana recién en 1920.
Al caminar delante de los edificios señoriales se puede revivir, con algo de imaginación, la vida de la burguesía de comienzos del siglo XX. En 1913 vivían sobre el Kurfürstendamm, conocido como ‘Kudamm’, unos 120 millonarios y multimillonarios.
A comienzos de 1930 se produjo el principio del fin de una época. La llegada al poder del Partido Nacionalsocialista destruyó el idilio burgués. En 1931, las fuerzas de la organización paramilitar nazi SA atacaron brutalmente a judíos en lo que fueron los pogromos llevados a cabo sobre la avenida Kurfürstendamm.
Durante el “boicot a los judíos” se destruyeron tiendas judías, o se expropió a sus dueños, provocando así que muchos judíos emigraran.
Lo que siguió fue la Segunda Guerra Mundial, que devastó la mayoría de las residencias sobre la Kurfürstendamm. Las ruinas de la Iglesia Memorial dan hoy testimonio de la magnitud de la destrucción.
Por los 3,5 kilómetros de la Kurfürstendamm, al oeste de la ciudad de Berlín, pasaron retazos muy movidos de la historia alemana. En el Café Románico se reunían a debatir Berthold Brecht, Erich Kästner y Max Reinhard. En 1922 se rodó allí, y no en Hollywood, la primera película sonora del mundo, acompañada de las protestas sobre sus supuestos efectos devastadores para el sistema nervioso. Los espectadores la recibieron con júbilo, y sobre el Kudamm se erigieron las primeras salas de cine, algunas de lujo, otras modernas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el ajetreo en el Kudamm intentaba hacer olvidar los sufrimientos de la guerra. En 1945 se recuperaron los cines, los desfiles de moda y los cafés. Y, con ellos, la popularidad. En 1952 llegaron al festival de cine Berlinale estrellas de envergadura internacional.
En 1961 se construyó el Muro de Berlín, que dividió la ciudad en dos: Berlín Este y Berlín Oeste, y la guerra fría estaba en pleno auge. La Kudamm tuvo un papel preponderante en la confrontación entre los dos sistemas políticos. Se la reconstruyó como vidriera de la libertad de Occidente, con oficinas y tiendas modernas, y con diversos lugares de esparcimiento.
La Kudamm siguió siendo el corazón de Berlín Occidental hasta la caída del Muro, con su especial combinación de avenida de compras, peatonal y lugar de protestas, y como punto de encuentro de artistas y bohemios.
Y aún hoy, cuando los berlineses quieren festejar, van a reunirse al Kudamm. En noviembre de 1989, los berlineses del Este llegaron con sus “trabis” (automóviles Trabant, de Alemania del Este), a bailar y celebrar la desaparición del Muro de Berlín y la reunificación alemana, dando lugar a escenas e imágenes que recorrieron el mundo
La avenida de los príncipes electores sigue siendo un lugar de gran interés es objeto preferencial de importantes inversores y ha renovado sus fachadas y sus centros de compra.
La Embajada dominicana se encuentra en un lugar histórico y cuenta con fácil acceso para todos los dominicanos residentes en Alemania.
Fuente: DW Noticias/ Kay-Alexander Scholz/ Cristina Papaleo